Este es el texto que podéis encontrar en la contracubierta de "La extinción de los anfibios en el siglo XXI", sin duda son palabras duras, aunque alguien podrá decir que es algo que ya sabemos... pero, ¿hasta donde llega nuestro conocimiento de la situación? nos limitamos a afirmar que tal cosa no es recomendable, que aquella otra está prohibida en tal o cual país, pero rara es la persona que profundiza en el tema, pese a que para nosotros debería ser un tema más importante que la gran mayoría de las cosas que nos rondan la cabeza a lo largo del día.
He seleccionado este fragmento del libro, porque describe una muy buena forma de comenzar a preguntarse por lo que estamos consumiendo...
"Así, las ranas son el canario de la mina de carbón,
"Así, las ranas son el canario de la mina de carbón,
si el canario se muere hay que salir zumbando de la mina. Pena que del planeta no podemos escapar, lo que afecta a la rana nos está matando también a nosotros de la misma forma. No podemos quitarnos de ninguna manera lo que ya tenemos dentro, vamos a morir con ello, pero sí que podemos y debemos frenar nuestro uso y consumo indiscriminado de venenos, si es que amamos la vida, pues en el poco tiempo que lleva funcionando la industria química ya hemos hecho un daño irreparable.Comemos, respiramos y absorbemos por la piel productos químicos de forma continua e imparable. Los daños ya están a la vista, tienen que desvelarse muchos más. ¿Merece la pena? Lea cuando tenga un rato la composición, por ejemplo, del producto con que lava sus platos. ¿Es biodegradable? Seguro que no lo indica. Tres, cuatro, o hasta cinco agentes químicos rarísimos para lavar un plato. Anótelos. Usted los va a ingerir todos los días, se quedan en el plato, en los cubiertos, en los vasos. Siga leyendo las composiciones (algunas no vienen) de toda la química que hay en su casa, empiece por la cocina, el tomate frito envasado, los zumos, las latas, ¡todo!, siga añadiendo nombres (o siglas) a la lista, vaya luego al cuarto de baño y haga lo mismo con el champú, las cremas, los desodorantes, siga añadiendo químicos a su relación, complete con los productos de limpieza, los que usa en casa, en su coche, etc. No olvide los difusores o pulverizadores con los que limpian su lugar de trabajo. A la noche tendrá unos cuantos folios de nombres químicos que no entiende, pero que forman parte de su vida, “compañeros del alma, compañeros” Desafortunadamente, cuando coma fruta, verdura o queso no podrá anotar los pesticidas, fungicidas y herbicidas que está ingiriendo porque no lo llevan escrito. Siéntese después a leer los folios tranquilito y luego guárdelos en un cajón. Cuando tenga que culpar a alguien de su malestar diríjase a los folios, cuando le diagnostiquen el cáncer también. Hay otra opción, y es tomar partido, informarse más y actuar."
Carmen Mascaró. La extinción de los anfibios en el siglo XXI
Aprovecho para deciros que "La extinción de los anfibios en el siglo XXI" lo podéis encontrar ya en gran cantidad de librerías, podéis acceder a el pulsando sobre la imagen del libro de la derecha, o en la web de la editorial.
Tay.
Pd: Voy a pasar unos días alejado de internet, espero poder sobrevivir y volver con más cosas que contar por aquí... no me voy muy lejos, ¡así que no os perdáis! ¡Pasadlo bien!