Pero, si se sabe que esos productos son venenos ¿por qué se continúan usando?
-Porque nada importa sino el beneficio inmediato de las grandes agroquímicas y sus secuaces. No crea que la extensión del problema es despreciable, busque, encontrará datos horripilantes; 20 millones de hectáreas en Argentina, gran parte de la Amazonia de Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia… el gran negocio ha derivado a estos países. ¿Qué pasará cuando esas tierras se agoten? ¿Habrá algo que se pueda cultivas en ellas? ¿Quedará algún rastro de vida? Pan para hoy, hambre y desolación para un mañana incierto. Es una nueva colonización, la más maquiavélica y terrible. Obviamente el glifosato, por ejemplo, está prohibido en USA y en muchos otros países.
¿Y en España? ¿está prohibido?
-No, España sigue siendo diferente, no sólo se sigue usando la Atrazina, tenemos también más de 76.000 hectáreas de maíz transgénico (léase glifofosfatado), y se emplean alegremente muchos otros productos (prohibidos en el resto de los países comunitarios), que están dañando irreversiblemente la vida. Año tras año asociaciones varias y la comunidad científica manifiestan su descontento; se hace caso omiso. Hay mucho más, los productos retardadores de llama, por ejemplo, se añaden a casi todo, actúan sobre el metabolismo del tiroides. ¿Hay alguien que no tenga entre sus amigos a algún afectado de trastornos tiroideos? Muchos de los productos químicos que usamos a diario actúan en el metabolismo hormonal. ¿Estamos informados de ello?
¿Qué se puede hacer?
-Creo que difundir, que la gente sepa que se juega con sus vidas, que de este círculo va a ser difícil salir. Los mecanismos de la vida son todos los mismos, compartimos el mismo código genético, todos funcionamos con las mismas rutas básicas. Hay que luchar contra la contaminación química, con todas nuestras fuerzas, por la vida de nuestros hijos, por conservar lo poco que nos va quedando, y tenemos que hacerlo los ciudadanos de a pie y en todos los frentes hasta que nuestra presión sea insoportable para los poderosos.
¿El mundo va mal?
-¡Lee el libro hombre! Lo he escrito para compartir con los demás muchos problemas del momento actual, en el convencimiento de que su lectura no va a dejar indiferentes a todos aquellos que ya tienen claro que el dinero no se come. La vida, nuestra vida en este minúsculo planeta, tiene valores suficientes para merecer conservarse. Cuando las voces de los anfibios (las primeras que se emitieron en la Tierra) dejen de oírse, ese silencio trágico será el aviso del fin de nuestra especie. Con ella se irá la historia, la literatura, la poesía, el arte, la música… nuestro mundo habrá tocado fondo.

La extinción de los anfibios en el siglo XXI. EUG. Carmen Mascaró Lazcano
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