La mitad de la vida, un misterio dormido

Hace poco os hablaba del bostezo (no sé cuantas veces lo he enlazado ya), como, siendo la cosa más insignificante y común de nuestras vidas, puede ser aun un misterio para una ciencia que se pregunta por el origen del universo y describe la formación de las galaxias.
Tendemos a pensar que la ciencia lo sabe todo, pues para algunos la ciencia es una religión de la que espera que tenga todas las respuestas, pero la realidad dista mucho de eso, la ciencia es una herramienta para acceder al mundo y aun tiene mucho que descubrir.

Otro ejemplo de lo poco que sabemos aun del mundo que nos rodea corresponde al sueño, todos dormimos, todas las noches caemos en un profundo y extraño estado de aparente inactividad donde las respuestas del organismo quedan reducidas… y aun no sabemos por qué, aunque sorprendentemente esto también le pasa a los científicos encargados de estudiarlo, no sabemos por qué dormimos.

Por supuesto tampoco sabemos para qué soñamos, pero esa es otra historia, en lo referente a dormir, existe la hipótesis de que el sueño (dormir, con o sin ensoñaciones, en adelante me referiré a “dormir” o a “sueño” indistintamente) únicamente sirve para reponer energía de forma segura, pues el gasto energético y el riesgo de exponerse a los depredadores, muchas veces, puede ser peor que reducir la actividad del organismo temporalmente, esta es la “Hipótesis Nula del sueño”.
Chiara Cirelli y Giulio Tononi han publicado hace apenas un par de días (26 de agosto) en PLoS Biology un estudio donde ponen a prueba esta hipótesis.

Si esta hipótesis fuese cierta, deberían cumplirse ciertos requisitos, como son, encontrar animales que no duerman en absoluto, animales que no requieran dormir después de un largo periodo de vigilia, y que la escasez de sueño ocurra sin consecuencias serias.
Bien, pues haciendo un resumen no demasiado detallado del estudio diré que han concluido que no existe ningún animal que no necesite dormir, algo sorprendente si nos ponemos a pensar en la diversidad y disparidad del reino animal, probad un poco,
desde cucarachas hasta delfines, todos dormimos. Además, el sueño está altamente regulado en todos los animales que han sido estudiados, esto quiere decir que existen mecanismos internos de regulación para mantener el sueño a un nivel adecuado, si no se duerme durante un tiempo excesivo, se requiere un sueño más profundo o más duradero para recuperarse.

Por último, y para terminar de destrozar la “hipótesis nula del sueño”, han demostrado que todo animal privado del sueño sufre grandes daños, especialmente cerebrales. Han muerto desde ratas hasta cucarachas y moscas privadas del sueño.
Nosotros no entendemos el propósito del sueño, pero debe ser importante puesto que todos los animales lo hacen
Cirelli

Como algunos sabréis, los delfines tienen sueño uniesferico, alternan en la noche los hemisferios cerebrales para permanecer alerta con uno de ellos mientras el otro realiza la extraña función del sueño.

El hecho de que los delfines hayan desarrollado su notable especialización… algo que podían haber solucionado simplemente librándose del sueño, debe contar como evidencia de que el sueño es una función que no puede ser eliminada
Cirelli

Entonces… ¿para qué dormimos? En palabras de Cirelli y Tononi (vaya nombrecitos) “El sueño debe ser el precio a pagar para poder tener un cerebro plástico al día siguiente”. Ellos apoyan la hipótesis de que el sueño es necesario para que el cerebro se “reagrupe” y se reponga por todo el gasto energético en sinapsis que requiere el aprendizaje de cada día. El sueño permite borrar toda la información innecesaria aprendida para así dejar espacio para un próximo día de aprendizaje, esto podría ser el motivo por el cual se dan ondas cerebrales tan activas en ciertas etapas del sueño.

Esta es la hipótesis que más me gusta, pero lo cierto es, como argumentan los investigadores al final del artículo, que aun no existe consenso sobre la función del sueño, y no hay evidencias lo suficientemente fuertes para dar el espaldarazo definitivamente a alguna de las hipótesis existentes.


Tay.

Fuentes:
ScienceDaily
Artículo completo en PLoSBiology

2 comentarios:

Jose dijo...

Excelente blog! Estoy revisándolo tema por tema y como puedes ver, voy recién empezando esta travesía.

Aunque es probable que ni siquiera me leas, quisiera comentarte que me parece que los tiburones no pueden dormir, ya que si se quedan quietos mueren ahogados (requieren movimiento para que el agua les pase a través de las branquias).

Existe también la posibilidad de que haya caído en un mito urbano..

Tay dijo...

Hola Jose

He estado desconectado un tiempo (por vacaciones) y de hecho sigo estandolo oficialmente ahora, por eso no te he contestado antes.

Me alegra que te guste el blog, eres bienvenido a comentar o criticar lo que te parezca.

Lo de los tiburones es cierto. ¿Conoces la sopa de tiburón que hacen en Asia? Los pescadores creen que si le cortas la aleta al tiburón, ésta le vuelve a crecer.
Los agarran, les cortan la aleta dorsal y los devuelven al mar.

Evidentemente la aleta no les vuelve a crecer, pero lo peor no es eso, sino que se ahogan al no poder nadar. La población de tiburones ha decrecido muchísimo donde se practica eso.

Igual les pasa cuando se enredan en las redes de los pescadores.

Un saludo