Sin peligro de spoilers
Imagino que la mayor parte de los lectores de este blog conocen aun las televisiones de tubo, ¿recordáis como se arreglaba una televisión de tubo cuando se estropeaba? ¡dándole un buen golpe! ¿creéis que esta costumbre vino originada por algún experto en televisiones? ¿algún tipo del servicio técnico dijo "oiga, dele una patada a la tele y ya verá que bien"? No lo creo, lo más probable (y estoy seguro de que muchos lo habéis vivido) es que tuviese un origen muy distinto.
Lo cierto es que tendemos a proyectar personalidad e intenciones en los objetos cotidianos, en algunos casos esto podría deberse a que no controlamos (o comprendemos) completamente su comportamiento. Es un error del pavo inglés, somos animales sociales y nos comportamos de forma social con elementos de nuestro entorno que no lo son. Televisores, coches, ordenadores, teléfonos, etc. ¡Incluso premiamos y castigamos a los objetos inanimados!
Voy a copiar un fragmento de "El error del pavo inglés":
"El animismo surge de nuestra biología más profunda para crecer en complejidad y pasar a formar parte de nuestra cultura en forma de religión, el espíritu del viento, el dios sol, la luna, el fuego, los bosques, los mares, las estrellas, la lluvia, todo ha sido dotado de alma en distintas culturas, de alma y también
de personalidad.
Tienen una personalidad regalada por nosotros, no tienen una persona en su interior, ni un cerebro ni una intencionalidad, pero a nuestros ojos parecen tenerla, o así lo era al menos cuando no teníamos a la ciencia de nuestro lado, y la mejor explicación para sus movimientos y comportamientos estaba localizada en nuestra más enraizada intuición; una intuición apoyada en una historia evolutiva de animales sociales. Quizás alguien pueda pensar que estas ideas están muy lejos de nuestro mundo actual, quizás ese alguien deba rememorar la última vez que se enfadó con su ordenador por quedarse bloqueado en el peor momento, recordar como lo insultaba o como afirmaba que el ordenador “le tenía manía”. El diario brasileño “O globo” informaba sobre un abogado que se peleó con su ordenador, y lo tuvo que “matar”, según sus propias
declaraciones al ser detenido, le disparó cinco veces con un revólver del calibre 38, porque, según él, “tenía que matarlo por haberlo traicionado”, llevaba diez años trabajando en un caso y el ordenador le había sorprendido con un grave error en el texto. Quizás sea bueno también recordar ese coche que no arranca porque “no le da la gana”, la televisión que “no quiere encenderse hoy”, o esa mirada de pena mezclada con
sonrisa de los osos de peluche, que nos hace sentirnos protectores aun siendo conscientes de estar contemplando dos botones cosidos a un trozo de tela relleno de algodón."
En un reciente estudio realizado por la empresa SanDisk, en el que se encuestó a 8.001 usuarios de ordenadores, se concluye que el 17% de los españoles declara haber agredido a su ordenador en alguna ocasión. Aunque los alemanes nos ganan, con un 23% de "agresores informáticos", me gustaría saber cuantos de ellos han sentido la necesidad de agredir al ordenador aunque no lo hayan hecho.
El castigo, que tanto complica la vida de los abogados interesados en la neurociencia y el libre albedrío, es un comportamiento educativo, propio de animales sociales. Nosotros castigamos a nuestros semejantes, y lo seguiríamos haciendo aunque fuésemos conscientes de que no existe el libre albedrío y que cada acción tiene una causa. Castigamos como lo hacen los delfines o los chimpancés. Pero somos tan sociales, que llegamos a actuar como tales incluso con objetos insensibles a cualquier reprimenda, de ahí el error del pavo inglés.
¿Qué tiene esto que ver con la película Gravity? (pulsa el botón para un pequeño spoiler)
Tay
Estudio de SanDisk visto en Público
5 comentarios:
Eh..., "Gravity", ésta sí que me ha gustado, je, je, je. ¿La habéis visto en 3D?. Muy lograda ¿verdad? ;-D
Como para no volverse paranoica la pobre Sandra...
Por eso las antiguas máquinas de petacos (pinball) pitaban falta y penalizaban cuando se las agredía más de la cuenta, las muy %&"/=!!!
Abrazos maquineros.
A mi me ha encantado, no tanto a Lope y a Teresa, ellos sabrán lo que hacen con sus sentidos del gusto :D
La vi en 2D, el 3D me hace pasarme las películas frotándome los ojos. Aunque en este ya he leído por muchos sitios que merece de verdad la pena el 3D, no se si le daré una segunda revisión en el cine, es poco probable...
Cierto! que buen ejemplo el de los pinballs!!! llego a acordarme y lo habría puesto en el libro :)
Abrazos espaciales
Ja, ja, ja, si te digo la verdad a Ana tampoco le gusto "demasiado", pero a mí sí, je, je, je ;-D
Será que tú y yo nos hemos centrado más en la función divulgadora de cómo es la vida en órbita terrestre, que está muy lograda, mientras que los/as otros/as críticos/as valorarán más la trama, que puede resultar bastante fantástica para sus gustos terrenales, tal vez :-P
Jejeje creo que es eso sip, :D
Puede que vaya a verla por segunda vez, por eso del 3D, me lo estoy planteando seriamente... ya te diré :P
Si vas, ya me contarás... ;-D
La verdad es que el actual 3D está bastante logrado, la tecnología 3D ha avanzado bastante, ya hasta en la televisiones es un efecto bastante realista.
Es increíble como se puede engañar al cerebro con una ilusión luminosa estereoscópica. No sé si las personas con síndrome de Williams, también serían capaces de apreciar el efecto 3D, pero las personas tuertas, seguro que no, así que aprovecha tu visión binocular ;-D
Y si vuelves a verla que la re-disfrutes el doble, je, je, je.
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