La ansiada diferencia buscada

Otra entrada basada en Biopolítica, esta vez extraída del mismo texto de una entrada dedicada a la mas bella de las ciencias*, la etología.

"Muchos de los comportamientos que consideramos que diferencian al ser humano del resto los animales diferencian realmente el comportamiento animal en cautividad del comportamiento animal en libertad"
Ruso DoCouto



Estoy muy de acuerdo con éste fragmento.

Tay.

*Opinión personal, subjetiva como toda aquella valoración de calidad que puedas leer en cualquier parte.

Fuente:
Biopolítica

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"La concentración mental intensa tiene una curiosa manera de borrar de la memoria lo ya pasado".


Sherlock Holmes (Conan Doyle).

Cuando leí esto, me pareció una llama de vela en la bruma de "El perro de los Baskerville", que me pareció aburridísima y soporífera.

Lo primero que pensé fue que Conan Doyle hablaba por su experiencia estudiando la larga carrera de medicina, en la que hay que embutir una cantidad tan descomunal de datos en el cráneo que la presión de los datos entrantes exprimiría a los datos que ya estuvieran dentro hasta reducirlos a una pequeñez indistinguible de la nada. A mí me parece que se refiere a esto. Por ejemplo, si un abogado se afana en los complejos detalles de cada caso que defiende, hasta sabérselos como el Padrenuestro, se sorprenderá cuando en el caso siguiente de nuevo conozca hasta el último detalle los hechos del nuevo caso que defienda olvidando por completo los detalles del caso anterior. Es decir, parecería que Conan Doyle estaría intuyendo la existencia de la "memoria a corto plazo2, en pocas palabras. Y efectivamente, como indicas, Tay, hoy en día se piensa que este tipo de memoria es peculiar por su correlación con determinados procesos neuronales con una determinada base molecular.



Espoc

Tay dijo...

Gracias por la explicación, man.
Sí, es muy interesante, quizá sea la experiencia, como bien dices, lo que le llevó a tal conclusión.

Pues ahora te cuento una historia, gratis.

En la carrera tuve muchos profesores, pero pocos me han dejado algún tipo de huella, uno de ellos fue el profesor de botánica.

Este profesor de botánica (en 1 de carrera) era ese tipo de biólogo que uno se imagina trabajando en el Museo de Historia Natural de Londres, alto, pelo blanco, mayor y antiguo :)

Era "tan mayor" (mas por experiencia que por aparente edad) que había sido profesor de mis dos padres, y ahora era el mío, muchas generaciones de por medio.

Pues bien, tenia la peculiaridad habilidad de poder recordar el nombre de cada uno de sus alumnos a los pocos días de comenzar las clases... imagina que en biología entra muchiiisima gente (salen muchos muchos menos, después), por grupo podíamos tener unos 115 alumnos, con unos 4 o 5 grupos nuevos todos los años. Al ser un profesor de 1* curso, le caían todos a el (no les daba tiempo a dejar la carrera que acababan de empezar).

Aprendía los nombres de los alumnos de año tras año, y siempre sorprendía llamando a cada uno por su nombre. que recordaba generación tras generación...

Un día, durmiendo sufrió un infarto cerebral, y lo olvidó casi todo. incluida la botánica, miles y miles de nombres de plantas, y otros tantos de alumnos.

Vive, que yo sepa, feliz, pero le angustia la idea de... saber que no sabe lo que antes sí sabia.

Quizá se colmó el vaso.

Un saludo

Anónimo dijo...

Un apunte brillante de uno de los padres de la neurociencia: "No ejercito mi memoria en cosas superficiales para no malgastarla. Recuerdo lo que interesa". R. Llinás

J
osé
M
anuel

Tay dijo...

Gracias José Manuel, gran cita, tanto por práctica, como por la fuente.

Un saludo

Ruso DoCouto dijo...

Gracias por citarme, Tay, que estaba de vacaciones por el mundo. La reflexión, por supuesto, no es mía. Está presente en la etología de muchas maneras, pero el que más directamente la ha enunciado es Desmond Morris (en "el mono desnudo", y "el zoo humano" en el capítulo al que se refiere a "la lucha de estímulo") al que nunca me cansaré de reivindicar como divulgador y de ignorar como "científico". Entronca con la tradición filosófica que concibe la realidad social carcelariamente y plantea un par de paradojas acerca de quienes son los vigilantes de este zoo (sobre la coerción). Por cierto, voy a correjir las erratas,qué vergúenza!.

Tay dijo...

Hola Ruso

Me alegra verte por aquí, no he leido (aun) "el zoo humano", se me ha escapado :D, lo buscaré y le dedicaré especial atención a ese fragmento.

Erratas¿? no las veo, de todas formas no se van a ver, que para eso escribo yo, que suelo dejar siempre unas cuantas en cada texto y las descubro cuando ya lo ha leido mucha gente :D

Un saludo