El miedo al antropomorfismo

En la literatura científica es común que los animales no-humanos tengan "emociones" en lugar de emociones, los chimpancés "rían" mientras juegan, y los delfines puedan entablar "amistad" entre sí. Cada vez que usamos las comillas indicamos que estamos utilizando un término impropio, algo que tal vez sea erróneo o que realmente no creemos.

Esto repercute únicamente en aspectos comportamentales, el resto da igual; nadie usa comillas al afirmar que los chimpancés tienen manos, o que los peces tienen ojos, aunque tanto uno como otro sean diferentes a los nuestros. El motivo es el miedo al antropomorfismo. Es evidente que las manos del chimpancé son diferentes a las nuestras, también es evidente que su risa lo es, pero ¿y su motivación para reír? esa experiencia única e intransferible que supone ¿podría ser la misma? o ¿quizás sean solo máquinas sin alma? títeres de la química con ojos vacíos. 



Desde mi particular punto de vista dichas preguntas hace tiempo que han quedado superadas. Por supuesto que su risa no es la nuestra, ni sus emociones son las nuestras, como tampoco sus manos lo son, ni sus ojos o sus orejas. Olvidemos las comillas y llamemos a cada cosa por su nombre, sin miedos ni complejos.

Definamos los términos que empleamos y usémoslos adecuadamente.

Desde mi punto de vista el miedo al antropomorfismo es un reflejo del propio miedo que tenemos a nuestra existencia. Nosotros somos esos títeres desalmados resultado de la química, igual que el resto de los animales, y eso nos aterra.

Tay.

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