Golondrinas del siglo XXI

Un vídeo que refleja perfectamente la inteligencia* de las golondrinas.

 Esta es la descripción (traducida) del autor del vídeo:
"Los pájaros que anidaban en un parking subterráneo podían haber quedado allí encerrados, el área fue convertida en un campus para bicicletas al que le añadieron unas puertas automáticas. Las golondrinas rápidamente aprendieron a activar el mecanismo de detección de movimientos para abrir las puertas e ir donde quisiesen. ¡Que pájaros tan listos!"

Genial. Esto me recuerda que decidí estudiar biología mientras observaba vencejos y golondrinas :)


Tay

*Utilizo el término "inteligencia", pues considero que la resolución de problemas es su mejor representación.

El Universo en una copa de vino

Esta entrada es una colaboración con Naukas

Carl Sagan nos contó que “para hacer una tarta de manzana partiendo de cero, primero hay que inventar el Universo”. El terrible Richard Feynman, por su parte, acudió a algo que le pegaba muchísimo más. Con esta poesía nos recuerda que en una copa de vino, al igual que en la tarta de manzana, está representado todo el Universo, y que por más que nos esforcemos en dividir las ciencias, la naturaleza es solo una.

He subtitulado las palabras de Feynman y montado este vídeo porque no encontré ninguno que me gustase lo suficiente.


Tay

Los ratones verdaderamente disfrutan de sus ruedas

Esta es una de esas entradas que por algún motivo me veo obligado a escribir nada más leer el artículo.


Durante mucho tiempo se ha especulado con los motivos por los cuales los ratones suelen correr en esas ruedas estáticas tan típicas en sus jaulas. Se ha dicho que la neurosis del confinamiento podía ser la causa de ello y que dicho comportamiento no tiene nada de natural. Parece que un par de investigadores holandeses acaban de demostrar lo contrario.

Johanna H. Meijer y Yuri Robbers colocaron ruedas de ratón en un parque de ciudad, en una zona resguardada donde no era posible el acceso a las personas. Allí colocaron también unos sensores conectados a cámaras de visión nocturna y al lado de las ruedas, algo de comida. Esperaron y acumularon más de 200.000 grabaciones (de las cuales han analizado 12.000) durante 3 años.

¿El resultado? Éxito rotundo, ratas, ratones, ranas e incluso babosas aparecían en las grabaciones utilizando la rueda. Algunos ratones bajaban de la rueda y volvían a subir, algo que sugiere que este no era un comportamiento accidental, verdaderamente disfrutaban de la rueda. Con el tiempo los investigadores decidieron eliminar la comida que dejaban cerca de las ruedas ¿y si el éxito se debiese solo a esto? Pues los bichos seguían acudiendo a disfrutar de su ejercicio (en menor número, eso sí).

Lo normal era que un ratón estuviese de media cerca de un minuto, pero un quinto de las veces corrían más de un minuto, ¡uno de ellos se mantuvo corriendo por 18 minutos!

Un experimento ciertamente sencillo y curioso que nos dice mucho acerca del bienestar animal de estos bichos a los que se les debe tanto. ¡Ah! y parece que Konrad Lorenz ya se percató de esto mismo, como comentan en el artículo, decía que los ratones escapados (y previamente acostumbrados al ejercicio en una rueda) volvían a entrenar si se les dejaba una accesible.
Aquí el vídeo : )



Tay

La noticia la he descubierto gracias al Facebook de Frans deWaal
El artículo enlazado por el en ScienceNews
el artículo original aquí

La mirada del petirrojo

Esta entrada es una colaboración con Naukas


En lo que respecta al comportamiento animal cada día tengo más claro que no debemos juzgar nada por sus apariencias. Hace solo un par de días que veía este fantástico documental de PBS sobre cuervos Nature's Smartest Birds - Ravens, PBS (2001), en él un experto en estas aves realizaba la siguiente declaración (minuto 5:00).

He traducido superficialmente las palabras de John Marshall:
"Los cuervos son animales tan fascinantes que cuando empiezas a estudiar cualquier córvido no puedes volver a estudiar algo de... menor calidad, es simplemente imposible. Creo que una de las cosas que más me sorprende, a mi y a otros que trabajan con estos animales, es que cuando coges algo como un petirrojo, y lo miras... es solo apariencia, realmente no hay nada en el interior de la cabeza de un petirrojo, ...que yo pueda contar. En cambio puedo decir que cuando coges un cuervo... (Un montón de -merecidos- piropos a los cuervos)"

Es curioso como el mismo día que oía estas palabras de Marshall me encontraba con este interesantísimo estudio en petirrojos "Wild robins (Petroica longipes) respond to human gaze" (Los petirrojos salvajes responden a la mirada humana), publicado en Animal Cognition.

Investigadores de Nueva Zelanda querían comprobar cuán conscientes pueden llegar a ser estos animales de la atención humana. Para ello utilizaron petirrojos salvajes de Isla Norte, un lugar donde los petirrojos no se han adaptado a la presencia humana, y por tanto se acercan con naturalidad e incluso intentan robar comida a los humanos.

Dos chicas, de aspecto similar y vestidas de la misma forma, llamaban a los petirrojos. Enfrente de ellas había gusanos (que les encantan a estos pajaricos), y ambas investigadoras tomaban poses concretas, como las que podéis ver en esta imagen.


Bueno, pues de una forma que muy pocos podrían haber imaginado, los petirrojos elegían aquellas situaciones en las que el investigador NO estaba mirando la comida. Muy sorprendente.
Las diferencias más significativas se daban en aquellas situaciones en las que un investigador tenía sus ojos tapados (E y F), pero es que incluso se daba en la situación D, en la que una de las investigadoras miraba a otro lado sin girar la cabeza.
Es curioso que la situación C saliese precisamente al revés que el resto, los petirrojos se fiaban menos de la investigadora de perfil que de aquella que se encontraba de frente. Quizás sea por la forma en la que algunas aves tienen a fijarse en los objetos, utilizando el lateral de la cabeza.

La importancia de este estudio es muy grande, no de forma aislada, sino junto con el resto de trabajos que van poco a poco probando que la sensibilidad a la mirada no es exclusiva nuestra. Hasta hace muy poco tiempo se creía que esta era una diferencia fundamental de los seres humanos, y existía cierta controversia acerca de si los chimpancés eran capaces o no de seguir la mirada. Hace apenas unos días se publicaba otro artículo en Animal Behaviour en el que se ponía a prueba esta habilidad en varios primates, chimpancés, bonobos, orangutanes y en humanos. Se utilizaba una pantalla en la que se exponía al sujeto de estudio a la imagen de otro animal (misma especie o no) mirando un punto en la pantalla, luego se comprobaba si miraba al punto señalado con la mirada o a cualquier otro.


El resultado ha sido muy interesante, todos los individuos adultos seguían la mirada del individuo de la pantalla fuese este de su misma especie o no, pero no ocurría así cuando los sujetos experimentales eran jóvenes. Los niños humanos y los chimpancés pequeños solo seguían la mirada de los individuos de su propia especie. Se ha dicho de esto que no es que los niños humanos (y chimpancés) sean incapaces de realizar tal acción, sino que simplemente estaban faltos de motivación para hacerlo. Solo se sentían motivados con miembros de su propia especie. ¿Está mal esta conclusión? Ni mucho menos, es perfectamente posible, y apostaría por ella sin dudarlo. Pero es el mismo problema que se ha dado una y otra vez en la experimentación con animales no-humanos, y cuando se da en animales no-humanos es mucho más difícil convencer a la gente de ello.

La ausencia de evidencias no es evidencia de ausencia. Hace tiempo no podíamos decir que la cabeza de un petirrojo estuviese vacía, ahora sabemos que está muy llena.

Tay

Garland, A., Low, J., Armstrong, N., & Burns, K. C. (2014). Wild robins (Petroica longipes) respond to human gaze. Animal cognition, online first. DOI: DOI 10.1007/s10071-014-0747-y

Kano, F., & Call, J. (2014). Cross-species variation in gaze following and conspecific preference among great apes, human infants and adults. Animal Behaviour, 91, 136-149.

¿Cuántos mamíferos quedan?

Una de las infografías más deprimentes que he visto en mucho tiempo. Deprimente, pero esclarecedora.
Es el peso de los mamíferos terrestres que existen en el planeta, están repartidos en pequeños cuadrados, donde cada uno representa 1.000.000 de toneladas.

Pertenece a XKCD, y la he traducido para vosotros, el original lo tenéis aquí.
Los datos usados están extraídos de este libro "The Earth's Biosphere: Evolution, Dynamics, and Change"



Tay

PD: Imagino que el grupo situado arriba (formado por 13 cuadrados) debe estar compuesto por perros y me sorprende que sea menor que el de caballos.

Original en XKCD

Las cámaras de la ISS en directo

Una de esas cosas por las que merece quedarse con cara de tonto mirando la pantalla. Aquí tenéis en directo las cámaras de la Estación Espacial Internacional (la ISS para los amigos). Si queréis saber por donde va, y por donde va a pasar, solo tenéis que hacer clic aquí.
Compraría una TV para tenerla solo con esto las 24 horas del día. ¡Que belleza!

Si se ve negro, estará pasando por el océano donde es de noche (compruébalo aquí)
Si se ve gris, están cambiando de una cámara a otra.
Live streaming video by Ustream

Siempre es un buen momento para volver a recordar las palabras de Sagan

Tay

Lunas microscópicas

Hacía tiempo que no subía una foto a mi colección de 500px.


Un astronauta sobre una luna fuera de órbita, observando a Saturno.

Estaba trabajando con el microscopio SEM (estudiando conchas de moluscos), y no me pude resistir a hacer esta fotografía, donde solo faltaba Saturno para tener una imagen espectacular de ciencia ficción.

El astronauta es un pequeño fragmento de carbonato cálcico de apenas 200nm (0,0000002m).
El satélite es una fina capa de carbono.
Y Saturno es... Saturno, por la Cassini.

Tay